El primer problema, decidir escribir…

Y con el primer obstáculo que te topas es con una hoja, en este caso monitor con página, en blanco esperando a que la llenes de letras y palabras que tal vez nadie entienda; a veces ni tú mismo.

Pero que mas da, conforme empiezas a crear ese documento poco a poco te va invadiendo una sensación indescriptible que se apodera de ti, y no paras de escribir hasta sentir que te has desahogado por completo. Al menos esa es mi opinión y aunque algunas personas no simpaticen con esta idea habrá otras que si.

Bueno sinceramente no tengo nada que escribir ahorita solo puedo pensar en el momento que sea la hora en que salgo de la oficina y me enfrento a esos horribles 40 minutos de camino a mi casa, en los que descubres el porque tu ex vieja te dejo, implementas un plan de cobranza para todos lo hijos, de alguna señora bastante decente que por algún motivo la conocen popularmente como la chingada, que te deben dinero, piensas en que vas a hacer en la noche y peor aun te peleas con un mínimo de 15 personas que van al volante igual de desesperadas por llegar a su destino y que lo único que haces es pensar ( a veces gritarlas) un sinfín de maldiciones para cualquiera que ose meterse a tu carril en un momento inoportuno.

Pero te has dado cuenta que así como todos son unos imprudentes, tu también te conviertes en uno de ellos, creyendo que mereces el paso, porque en esta ciudad eres la única persona que lleva todo el día escuchando el claxon de las microbuses con el inconfundible ritmo de la cucaracha, que te has peleado con tus proveedores, clientes y compañeros de trabajo porque simplemente vivimos en una ciudad con un alto nivel de estrés.

El motivo de lo mencionado anteriormente no es para que recapacites sobre algo, ni quiero crear conciencia en las pocas o muchas personas que lean esto, simplemente es un documento escrito por una persona que ansia salir hoy viernes de su oficina y poder llegar a ver un capitulo mas de Los Simpson, y que esos 30 minutos (hora y media para los que gozamos de televisión de paga) lo apartan de la realidad de la ciudad en la que vivimos. Y en ningún momento espero que alguien cambie gracias a que leyó este documento ya que si así fuera entonces no ansiaría tanto el regreso a mi casa, porque tendría un conductor menos con el cual me puedo desahogar.


Atentamente: Desesperati