Chairas Mentales de un Bueno que Siempre Pierde.

Desde que era pequeño siempre me llamó la atención que en las películas, programas de televisión, cuentos de hadas, sin falta los buenos vencían.

No importaba que tan listo/tonto, vivaracho/zoquete, audaz/torpe, tenaz/huevón, fuera el héroe de la historia, éste siempre conseguía la felicidad por el hecho de ser bueno.

Basado en este concepto me decidí a realizar una vida de buenas acciones, de honestidad, respeto, compañerismo. Sin embargo, siempre que veo un programa en la televisión o leía un libro, por algún motivo me identificaba con los planes malévolos del villano y deseo muy dentro de mí que por una vez el mal prevalezca.

Actualmente tengo veintitrés años cumplidos, he podido convivir con todo tipo de villanos y de héroes, considerándome a mí mismo un conciliador, una persona que está por encima de aquellos que buscan justicia a ciegas y aquellos que son malos por naturaleza. Sí, se que me falta humildad al percibirme de esa manera, pero es la única forma que he conocido para acercarme suficientemente al mal, sin tener que practicarlo.

Desde mi punto de vista, he podido observar la manera en que en la vida real los villanos han podido salirse con la suya en numerosas ocasiones.

Es más que nada a los buenos, (o a los tontos como ahora suelo llamarles) a quienes se los ha llevado la mera daga china o la china daga.

En la vida real la gente, presionada por los estándares sociales, pretende identificarse con los ideales de los héroes, los cuales llevarán a la raza humana a una situación de convivencia utópica……. bla bla bla…..pura Mamá Da Incierta.

LOS BUENOS NO SIEMPRE GANAN, DE HECHO, CASI SIEMPRE PIERDEN. ESA ES LA VERDAD, EL SER HUMANO ES UN MECANISMO CON CAPACIDAD DE CREAR Y DESTRUIR, JAJAJA… PERO QUE SE DIVIERTE MUCHO MÁS CUANDO DESTRUYE!

Recuerden, desde que éramos niños, y si no lo recuerdan observen a un infante: Construyendo su castillo de arena o fichas de dominó o barajas o de cascos de Coca cola (la última mi preferida). Si, verán a un pequeñuelo concentrado y paciente, con una expresión facial de absoluta tranquilidad.

El castillo está terminado y el pequeño gigante se levanta del suelo para observar su obra maestra…en ese momento el poder de destrucción comienza recorrer su cuerpo, es como si algo se apoderara de él, su cara cambia sus músculos se tensan y de pronto como un desastre natural se abalanza con todas sus fuerzas y destruye su creación. No deja ni rastro alguno golpea, brinca, patea y todo termina en un montón de escombros, y una gran carcajada JJJJA! que divertido era destruir, mejor aún cuando nosotros no éramos los constructores originales de la obra maestra y podíamos ver a otro niño llorar; no hay nada mejor que ver a un niño llorar de envidia y coraje porque no le permitimos destruir su propia creación y en lugar de él, fuimos nosotros quien eliminamos permanentemente ese “castillo” de la faz de la tierra.

Así es. En estos tiempos me siento a pensar, recuerdo mi niñez y concluyo felizmente que prefiero ser un ganador potencial que un héroe. Siempre obtendré lo que quiero a costa de cualquier otra persona que se interponga en mi camino. Aplastaré, arañaré, insultaré, humillaré, (también soplaré y soplaré). No existe misericordia para la gente ajena a mi círculo individual, alimento mi ego diariamente, mi corazón late de emoción cuando comienzo a maquinar la manera en que destruiré la vida de mis contrincantes.

Ahora es como funciona mi mente, me motivo con la paulatina desgracia de la gente, dejo volar mi imaginación, me he soltado de las cadenas que me ataban a ideales de personas mediocres, románticas, conformistas, ilusas (el club de los calienta bancas). Ahora me dispongo a trascender.

Hoy soy malo, porque elijo serlo, no me cuesta trabajo, de hecho me entretiene, no me tengo miedo, me tengo curiosidad ahora mi potencial es ilimitado, seré un villano por siempre.

EL LEON