Tramitar el pasaporte y subirse al metro son dos requisitos que los mexicanos deberíamos de practicar por lo menos una vez al año.

Sigo con mi aparición intermitente en el blog, en donde como ya es costumbre escribo sobre experiencias paranormales (y no me refiero a las de Jaime Mausan ni las de la “Mesa de Adame”) que suceden en México.

Tramitando el pasaporte.

El proceso comienza con la difícil tarea de recopilar datos por todas las fuentes alcanzables (Internet, teléfono, boca en boca) para conocer todo el papeleo que uno debe de llevar al momento de presentarse a renovar el pasaporte. Como es costumbre, aseguro que todos han llevado por lo menos mas copias de los documentos necesarios “por si se da el caso”.

Todo comienza temprano en la madrugada, a la hora en que los camiones de la central de abastos salen a repartir las frutas y verduras.

6:50 a.m. Llegada a las oficinas en donde ya yace una cola interminable de gente que esta desde mucho tiempo antes. (Nunca serás el primero).

8:30 Un personaje peculiar, con un traje color beige (como de gerente de la Comercial Mexicana) abre las puertas del lugar. ¿Quién compra ese color de traje? Inmediatamente sube la guardia y su posición es a la defensiva tratando de rechazar cualquier petición de los ciudadanos que no durmieron más de cinco horas.

Es aquí cuando surge “el cabecilla” del grupo, un desconocido como tú que organiza a más de 60 personas para hacer una lista con nombre y dos apellidos y así respetar la cola que desde temprano se hizo. ¿Qué pasa con el burócrata funcionario? Bueno, trata de boicotear la difícil organización de todos, argumentando que él no respetará ninguna lista sino que se basara en como estén formados.

Ya formaditos y acomodados entonces uno por uno tiene que mostrar su comprobante de pago de derechos al encargado…si no lo traes…gracias por venir, suerte para la próxima. Lo mas gracioso en toda la mañana es que siempre llegará uno de esos ciudadanos despistados o haciéndose el despistado tratándose de meter en la fila sin respetar la lista que ya está pegada en la puerta de la oficina. ¡¡Pobre!! Entre todos lo sacamos casi a patadas y todos somos hermanos que nos conocemos desde las 6:00 de la mañana y no permitimos que nadie trate de romper nuestro sistema.

Ya pasando uno por uno a tramitar el pasaporte uno de los momentos mas críticos de la vida, mostrar los documentos. Con mucha suerte nos va bien y todo sale a la perfección. Pero no es justo que pidan copias extras para hacer “negocito” (como decía Alejandro Suárez) con la señora copiadora de enfrente.

Lo que siempre veremos:

· El señor que se queja que “nadie le dijo” que tenia que formarse.

· La cabecilla del grupo

· El chofer apartándole a la “señora” desde las 5:00 a.m.

· La señora llegando a las 10:00 bien descansada mandando a su chofer a otro pendiente

· El señor burócrata que trata de hacer lo imposible por no darte el pasaporte

· La cajera de malas

· Las copias a $3.00 pesos

· El niñito gritón que no sabe que a las 6:00 de la mañana todavía sigues parcialmente dormido

· Algún conocido en la cola

· El “Uuuuuuuu joven….”

Viajando por el metro de la ciudad

Que eficiente es el metro, y esto si lo digo en serio, llegas de un punto al otro en poco tiempo, el problema es adentro lo que se vive.

Podría catalogar la experiencia como una introspección personal en donde se aprende defensa personal, todos son sospechosos y estas solo en un mundo subterráneo.

Este es un manual perfecto para el que decida viajar en metro.

  1. El boleto cuesta $2.00, ahí si no tienen cambio ni de “a” $500 ni nada por el estilo.
  2. Pide un mapa de las líneas, créeme…te será útil en algún momento.
  3. Correle….siempre correle.
  4. Planea tu ruta con anticipación y lee todos los letreros existentes en las paradas para no irte en sentido contrario.
  5. Circula por la derecha
  6. No compres discos de los “Éxitos de los Bitles” a $10.00 pesos.
  7. Cartera en bolsa delantera, celular apagado.
  8. Si se abre la puerta entra o sal a como dé lugar
  9. Si suena la alarmita que se cerrará la puerta pon fuerte los codos, todavía te da tiempo de abordar pero te lastimaras con las puertas
  10. No pongas el pie entre coche y el anden
  11. No te quejes si te empujan y si huele mal
  12. Se paciente contigo pero no con los demás.
  13. Aprecia ese mundo desconocido que es muy divertido, eficaz y que pocos lo vivirán porque probablemente piensan que es para “otras gentes” y prefieren una hora de tráfico a 20 minutos en metro.

Por cierto…lávate las manos ántes y después de ir al metro, los tubos estan “cremositos”